jueves, 26 de febrero de 2009

III

Carcassone, pocos, pero gratos e intensos recuerdos tengo de ella.
Sus callejas, los altos muros, sus imponentes torres de defensa en aquella época todo era nuevo para mí.
El poco tiempo que pasé en la fortaleza todo era majestuoso, pero quizás no me di cuenta de ello hasta que en Alet, Edelgardo me habló de su historia, de sus Grandes Señores y gallardos Caballeros, de los Visigodos de la Leyenda de la Dame Carcas y demás maravillas. (Quizás algún día os hable de la Leyenda).
En aquellos tiempos pertenecíamos a una clase de gente con ímpetu y resolución que defendíamos a los nuestros con ingenio y arrogancia, yo quería ser Caballero y fantaseaba por el palacio del Obispo luchando con otros mocosos de mi edad, pero aquello duró poco.

En Alet el bibliotecario me instruía y regañaba a menudo, yo siempre quería jugar y la atención la tenia en cualquier lugar, pero la suerte me fue esquiva de nuevo.........

La segunda misiva que recibí fue al poco tiempo de la muerte de mi hermana, mi Padre el Conde Arnau, me tenia preparada una nueva sorpresa, debía de acelerar mi instrucción en la lectura y escritura, debido a alianzas entre familias en los próximos 3 ó 4 años tendría que hacer un viaje. (De ese viaje que mas adelante os contaré recibí el nombre de Maelius de Bergamo).

Válgame Dios, un viaje.

(continuara.......)

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