miércoles, 11 de marzo de 2009

X

Una cara entumecida por el intenso frío y demacrada por el cansancio, emergía de entre el infesto ropaje.......

Un rostro que reflejaba sufrimiento, horror, desazón...., unos ojos que pedían clemencia y que entre los reflejos de la tormenta suplicaban compasión.

Así es como llego mi mentor en la lengua de los clásicos, así arribó a la puerta Sur....Otric.

Fulberto dio la orden oportuna y rápida para la apertura de la puerta "maldita".

Temerosos descorrimos los varios cerrojos y cancelas y la desatrancamos.

No se si fue una señal, pero en el preciso momento en que retirábamos el ultima cancela herrumbrosa y procedíamos a mover las hojas de la puerta, retumbo en el cielo oscuro, un horrendo trueno seguido del mayor relámpago que mis ojos hayan visto....

Jamas me he vuelto a santiguar tantas veces y tan rápidamente. (El Señor sea clemente conmigo)

Junto a Eulalio nos acercamos sigilosamente al recién llegado....con terror, observando a un lado y al otro, temiendo una emboscada.
Tomamos las riendas del animal y nos dirigimos a la entrada de la Abadía procurando no derribar al alto jinete.

(continuara..........)

1 comentario:

  1. Buenas...

    Cuando puedas, pásate por mi blog que tienes allí, una cosita para ti.

    Besitosss!

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